Quito – Ecuador. 2018, 2020.
Esta serie foto/gráfica ocurre en el taller de Carole Lindberg, una casa muy antigua ubicada en uno de los primeros barrios de Quito: San Roque. Lugar donde mis amigos imaginarios decidieron pasar la cuarentena de marzo y abril 2020.
En este espacio, un poco imaginado, yo juego con ellos para escapar de los miedos del presente. Ellos me acompañan y me ayudan a atravesar la vida, tal como lo hacían cuando era niña.
Mi niñez la pasé mayormente encerrada en casa. Mi mamá y abuelita no dejaban que mi hermano y yo saliéramos, por miedo a que nos pasara algo, así que jugábamos en casa.
Mi hermano muchas veces se aburría de mi o simplemente quería hacer otras cosas, entonces jugaba yo sola. Me inventé mil historias pero sobretodo, un poco de amigos imaginarios con quien jugar.
El presente trabajo está ilustrado a mano, pintado con acuarela y montado sobre las fotografías del taller de Carole.