El primer Walking Rivers en Quito tuvo lugar el pasado 11 de mayo de 2024 en el Parque Lineal del Río Machángara. Una actividad coordinada por Mónica Aguilar de Samayuio, en equipo con el Colectivo Amaruna del Río para recuperar nuestra conexión con el Río Machángara.
Machángara viene de la voz antigua Machan – Kara, cuyo significado indica “cuenco de un estado elevado de conciencia”. En el pasado, éste fue el río emblemático de la ciudad. Un río al que los habitantes del Quito histórico bajaban a lavar sus ropas y cuerpos, recoger agua pura y divertirse, un río al que Jorge Carrera Andrade inmortalizaría en su poema “El río de mi ciudad natal“, como el “Machángara de menta” por las plantas que crecían a su al rededor.
En la actualidad, es uno de los ríos más contaminados de la urbe, casi olvidado por sus transeuntes. Sus inmediaciones son lugares a los que la gente tiene miedo de bajar por los índices de inseguridad, además de su olor putrefacto. El río de la ciudad natal se ha convertido en la cloaca de Quito.
Sin embargo, existen ciudadanos comprometidos con la recuperación de sus aguas. Entre ellos, el colectivo Amaruna del Río que cuentan con una casa cultural cercana a una de las riberas del río. Fue con ellos que Samayuio se alió para desarrollar la primera caminata mundial por el cuidado y conservación de los ríos: Walking Rivers creado por Caminar el Agua, Ciref Fluvial, Wetlands International y apoyado por Fundación Botín en España.
Walking Rivers contó en este 2024 con 89 rutas al rededor del mundo y fue la primera vez que se ponía al Río Machángara en el mapa. A través de ésta, la primera acción de la “Red del Río”, queremos apoyar a la causa por su descontaminación y recuperación de los espacios cercanos al río en pro de la salud integral de la ciudad y sus habitantes.
Durante la actividad pudimos realizar un ejercicio de fotografía en plena presencia para reconectar con el río de una manera profunda impulsada por Mónica Aguilar, contamos con la presencia del colectivo Mujeres por el Agua quienes enriquecieron la experiencia con datos científicos sobre el estado y recuperación del río y concluimos en Casa Machankara con la proyección del documental “Memorias del Machángara” creado por el colectivo.
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